Salimos de la nueva Terminal de cruceros a las14:40 horas en un grupo compuesto mayoritariamente de alemanes. Sólo 6 somos hispanoparlantes: 4 españoles y los dos nuevos amigos argentinos. Pasamos cerca de la Sé y cruzamos por las plazas del Comercio y del Ayuntamiento para dirigirnos hacia el barrio de Restelo Tenemos que dar un gran rodeo para aproximarnos a la Torre de Belem.
El recorrido comienza con una parada fotográfica en la Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos erigido en 1960 en conmemoración del quinto centenario de la muerte del rey Enrique el Navegante, así como para celebrar los descubrimientos geográficos realizados por los navegantes portugueses a partir del siglo XV.
Después de estas paradas entorpecidas por la lluvia volvemos al bus para ir a visitar el Palacio de Ajuda, antiguo Palacio Real donde vivió la Reina María Pía, hija de Víctor Manuel II: una sucesión de habitaciones con techos pintados, muebles, tapices, estatuas y objetos decorativos del siglo pasado.
Finalizada la visita del Palacio nos dirigimos al Parque Eduardo VII, uno de los pulmones verdes de la ciudad, creado a finales del siglo XIX y dedicado al soberano inglés Eduardo VII. Hacemos una parada fotográfica en el mirador que está en la parte alta del Parque.
Desde allí descendemos con el bus hacia la Avenida da Liberdade, considerada la calle más lujosa de Lisboa, con sus fuentes y dibujos abstractos en el pavimento, por donde antiguamente solo podía pasear la alta sociedad.
Regresamos al barco atravesando las tres plazas más emblemáticas de Lisboa.
- La Praça dos Restauradores, realizada en conmemoración de la liberación de Portugal del dominio español, que tuvo lugar en 1640, y caracterizada por la presencia de un obelisco en el que están marcadas las fechas de la Restauración portuguesa.
- El Rossio, nombre común de la plaza Dom Pedro IV, corazón de la ciudad, desde donde salen todas las calles principales.
- La Praça do Comércio, considerada por muchos la plaza más bella de Europa.
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